Las 43.000 botellas de vino de la UE en el debate de la austeridad

Con unas cuentas sobre la mesa que rondarán el billón de euros, el dinero que las instituciones gastan cada año en sus reservas alcohólicas no pasa de ser una anécdota, pero gana importancia cuando la utiliza el “New York Times” y eso provoca resquemor en la Comisión Europea (CE).

El uso de esos datos por parte del diario estadounidense, que abrió con ellos su crónica sobre la reunión de jefes de Estado y de Gobierno fue calificado de  “deshonesto” por fuentes comunitarias.

Las fuentes dijeron a Efe que no critican las cifras -que de hecho han facilitado las propias instituciones-, sino el momento.

La realidad, en todo caso, es que entre el Consejo de la UE y la CE acumulan unas 42.700 botellas de vino, según ha indicado en los últimos meses el Ejecutivo europeo en respuesta a preguntas de un eurodiputado.

En concreto, el Consejo tenía en mayo pasado 27.223 botellas de vino y 1.035 de otras bebidas alcohólicas, que sirve en reuniones y recepciones oficiales.

La Comisión, por su parte, contaba en julio con unas 15.566 botellas, de las cuales el 68,5 % eran de tinto, el 10 % de blancos y el 21,5 % de espumosos.

Además, guardaba casi un millar de envases de otros licores.

Según el Consejo, la botella más cara de su reserva tiene un precio de 38 euros, mientras que la más barata costó 4 euros.

En el caso de la Comisión, los precios van de los 2,78 a los 48,90 euros, con una media de 15 por botella, lo que sitúa el valor de la bodega en unos 260.000 euros.

Las instituciones europeas comenzaron a desarrollar sus bodegas en los años 70 y, habitualmente, se proveen de vino joven directamente de productores y mayoristas de la Unión para dejarlo madurar y obtener mejores precios.

EFE/PracticaEspañol