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Este lunes los cubanos acudieron entre esperanzados e incrédulos a informarse y confirmar las novedades de la reforma en las oficinas migratorias del país, y en entidades de La Habana, por ejemplo, decenas de personas hacían fila en un ambiente de normalidad para iniciar trámites y hacer averiguaciones.  

Desde ahora para viajar al extranjero los cubanos solo necesitarán presentar su pasaporte corriente y el visado que exige en su caso el país de destino.  

La nueva ley elimina así restrictivos trámites como el permiso de salida o la “carta de invitación” que debían conceder las autoridades cubanas para poder viajar.

El gobierno anunció además medidas complementarias para normalizar la entrada en el país de quienes Cuba considera que emigraron ilegalmente de la isla tras los acuerdos migratorios con EE.UU. en 1994 y si han transcurrido más de ocho años desde su salida.

Otra de las novedades es la ampliación del tiempo que un cubano puede permanecer en el extranjero que pasa de 11 a 24 meses sin prórrogas.

Con el objetivo de defenderse del robo de cerebros formados por la revolución continúan algunas limitaciones para los viajes de los profesionales considerados vitales  para el país como cuadros directivos, profesionales de la salud o la educación y atletas.

Desde La Habana reportó Annet Rios, Agencia EFE (14 de enero de 2013)