El nuevo ejemplar de esta especie, considerada prácticamente extinguida desde 1994, es un cachorro hembra, fruto de la unión de la pareja formada por el macho “327” y la hembra “Cathay”.
En un comunicado, la ONG señaló que la tigresa es la segunda descendiente de la pareja de felinos. En 2009, “327” y “Cathay” tuvieron otro cachorro que murió como consecuencia de las heridas que le provocó un ave depredadora en la reserva del Valle Laohu, en Sudáfrica, donde Save China’s Tiger lleva a cabo su proyecto de recuperación de la especie.
En su programa piloto, los biólogos y veterinarios de la ONG están intentando que la extinta especie se readapte a la vida salvaje para poder regresar después a su entorno natural en China, donde actualmente existen 60 ejemplares nacidos en cautividad, y por tanto incapaces de sobrevivir por sí mismos.
El tigre de Amoy, también conocido como de Xiamen, desapareció de los bosques húmedos del sur de China en 1994, por lo que los científicos consideran que la especie está “funcionalmente extinguida”.